28 Jonatán respondió a Saúl: «David me pidió con insistencia poder ir
a Belén.
29 Me dijo: “Déjame ir, por favor, porque es nuestro sacrificio de
familia en la ciudad y mis hermanos me han reclamado. Así que, si
he
hallado gracia a tus ojos, déjame hacer una escapada para ver a mis
hermanos.” Por esto no ha venido a la mesa del rey.»
30 Se encendió la cólera de Saúl contra Jonatán y le dijo: «¡Hijo de
una perdida! ¿Acaso no sé yo que prefieres al hijo de Jesé para vergüenza
tuya y vergüenza de la desnudez de tu madre?
31 Pues mientras viva sobre el suelo el hijo de Jesé, no estarás a salvo
ni tú ni tu realeza; así que manda a buscarlo y tráemelo, porque es reo de
muerte.»
32 Respondió Jonatán a su padre Saúl y le dijo: «¿Por qué ha de
morir? ¿Qué ha hecho?»
33 Blandió Saúl su lanza contra él para herirle y comprendió Jonatán
que por parte de su padre la muerte de David era cosa decidida.
34 Se levantó Jonatán de la mesa ardiendo en ira y no comió el
segundo día del novilunio, pues estaba afligido por David, porque su padre
le había injuriado.
35 A la mañana siguiente salió Jonatán con un muchacho al campo, a
la hora acordada con David.
36 Dijo al muchacho: «Corre a buscar las flechas que voy a tirar.»
Corrió el muchacho, y entonces Jonatán lanzó las flechas más allá de él.
37 Cuando el muchacho llegaba al lugar donde había lanzado la flecha
Jonatán, éste gritó detrás de él: «¿ Acaso no está la flecha más allá de ti?»,
38 y siguió gritando detrás del muchacho: «Pronto, date prisa, no te
detengas.» Tomó el muchacho de Jonatán la flecha y volvió donde su señor.
39 El muchacho no se enteró de nada. Solamente lo entendían Jonatán